Cómo y quién me llamaba
qué era antes de este instante
de apretar el vacío urgente las manos perfumadas
¿aún cantan las aves, ladran los perros?
¿no es el mundo, lo que acaba de infartarse?
acaso el fuego nos guíe
la luz que desterraba pesadillas, ahora
las ilumina
acaso el fuego todo lo contrario
inventaremos palabras nuevas
desmesura, abulia, desesperanza
palabras para el temblor de las manos perfumadas
ay, mis manos
ya se ajan, se chamuscan
inventaré un verbo para explicar que no soy bella
inventarán otro para dejar de amarme
cantan aves, aúllan perros
solo de dolor humano es este silencio
allá afuera se encuentran y no saben
cómo llamar
el mareo fantasmal
el dolor sublime
-¿no fue siempre así?-
las manos, por no temblar
se crisparán
brota el vacío
una ausencia donde no había
dioses, dioses, dioses
que vergüenza. De Caer a golpes (2018). Buenos Aires: Elemento Disruptivo Editora.